Esta es mi primera tarde tranquila desde que fue declarado el estado de alarma. Y me alegro. Llevaba días sorteando una tormenta de cambios, tirando por la borda trastos acumulados durante casi dos décadas, izando nuevas velas, preparando otras rutas.
Te invito a escribir esta historia colectiva, el libro de todo el mundo, construido con relatos cortos y autobiográficos, de menos de 350 palabras, procedentes todos los rincones del planeta sobre cómo estamos viviendo este cautiverio a causa del coronavirus. manuscritos@loquenoexiste.es
Sí. He despertado en Santander con una lágrima. No estaba previsto este viaje. ha sido Una casualidad. O no. Vine a presentar Cántabras, nuestro legado
Sabes que prefiero hablarte de personas que de cosas; de sentimientos antes que de razones; de ilusiones, si son verdaderas. En este último lustro, tal vez por exceso de palabras previas (lo reconozco), me entreno en la escucha activa.