Reconozco que volver a casa a presentar un libro, que se sienten mi madre, mis hermanas y mis hijos a escuchar algunas claves para hablar en público… me gusta. Sobre todo porque saben de mi falta de vergüenza a la hora de exponerme en público y esa manía tan mía de aprovechar las comidas familiares para soltar el discurso. Ahora tendrán que escuchar atentos y eso, en el fondo, me regocija. Somos nuestra infancia, lo digo y lo repito, y seguimos jugando en el mismo patio de siempre, aunque los balones cambien.
Me alegra volver al mismo lugar del que nunca salí. Estar presente para los otros, aquellos que me importan, los de siempre, los míos. Es una necesidad de pertenencia. Un espacio propio que me cuesta a veces reconocer.
Para allanar las miradas o el exceso de confianza familiar y que resulte más emotivo, me gustaría contar con otras miradas menos conocidas, amigos de esa infancia perdida a los que hace tiempo no veo. Y otros nuevos. La presencia de Eva Fernández Cobo me llena de alegría.
La asistencia de otras personas valiosas de Madrid y Santander, que estoy segura aparecerán si su agenda lo permite en el último momento, será una maravillosa sorpresa. Gracias, gracias y siempre gracias. Esta presentación en Librería Gil, la librería más premiada y prestigiosa de España, me parece un regalo para arrancar la Semana Santa en mi tierra, para disfrutar de amistades y familia. Es lo que más aprecio en estos tiempos de madurez.
¿Qué cuento en mi libro Sin Vergüenza, claves para impactar comunicando? Pues eso: cómo mejorar tus habilidades de comunicación y potenciar tu imagen personal; en qué consisten los talleres Sin Vergüenza de @Medialunacom impartidos por expertos en comunicación, teatro, doblaje y periodismo. Con este libro aporto algunas claves para aumentar de tu confianza como orador; mejorar el liderazgo en equipos, descubrir tu potencial de comunicación verbal y no verbal y conocer herramientas para construir tu marca personal. En el fondo es un libro para atreverse a ser una misma o uno mismo. Tal cual. Gracias por acompañarme. Compartiré fotografía y momentos. Por ahora dejo aquí una invitación muy personal. ¡Te espero!