Año creativo
Has sido creativo, rompedor, transformador; un año de superación personal. Trabajoso, tan duro como un huevo cocido; tan esencial como tu yema . ¿Por qué te comparo con un huevo? Tal vez, porque me has costado una docena de ovarios desperdiciados y, sin embargo, en estas últimas noches que me quedan a tu lado sigo con la sonrisa intacta, conciliando el sueño con la tranquilidad de un perdón mil veces concedido.
Gracias por haberme acompañado, leído, estimulado, lastimado, piropeado, amado. Gracias por haberte cruzado en mi camino, enviándome energía creadora. De los disgustos, caídas y soledades, he aprendido a superarme. De tus alegrías, rescato la euforia de mi propia vida en forma de luna creciente, luminosa, apasionada, inspiradora.
Elijo de tu álbum personal estas dos fotos. Una, entre Sylvia, Rosa, y Sandra, ángeles de luz llegadas de lo más alto. Veo en esta imagen el color de la amistad, el sabor de una tarde de otoño diferente; veo una manera de estar en el mundo. La mía me retrata bien, en este 2017 en el que he vuelto a empezar mil veces sin miedo al qué dirán, al futuro o a mi propia existencia. Es la foto de mi libertad, siempre amada, respetada, tan digna.
Doy la bienvenida a 2018 con nuevos colores, con esperanza, con fe. GRACIAS por esta gracia divina que me ayuda a levantarme cada mañana con ganas de seguir haciendo la cena a mis hijos, creando empresa, amando mi vida. Espero que esta carta de agradecimiento te haya llegado al corazón, querido y jodido año 2017. Mi última y mi primera palabra será siempre gracias. Pronto abriré una nueva página en blanco.No hay pasado. No hay futuro.