Que ni mula, ni tampoco buey en el Belén de esta Navidad 2012, explica el Papa Benedicto XVI en su último libro, La Infancia de Jesús, presentado en Alemania y traducido a 50 idiomas ¿Y nos lo cuenta ahora? ¡Basta ya de desengaños! A estas alturas de la historia católica, deberían estar prohibidas esta clase de confesiones editadas, aunque sean historias sinceras. Muchos preferimos la mentira piadosa, el pecado menor, que no paramos de disgustos ¡Por Dios, basta ya de tanta tomadura de pelo! La cosa tiene miga: cómo se las arreglarán ahora los comerciantes de belenes, si les quitan a los bueyes y a las mulas; qué harán con estos deliciosos animales. ¿Los reciclan? La sinceridad tiene pocas ventajas. Mejor callar a confesarlo todo, aunque sea el Papa. Me pregunto si se venderán más libros este próximo diciembre de 2012 que mulas y bueyes de belenes en España. La tirada es grande: hablan de un millón de ejemplares de esta trilogía. ¡Menuda faena, la de los belenes! Menudo plan de promoción el de este libro que se presenta al mercado en el momento más propicio: dos meses antes de la celebración de estas comerciales fiestas.