Comparto las palabras pronunciadas ayer, 29 de noviembre de 2016, en la Universidad CEU San Pablo, durante la entrega de premios a las mejores campañas de RSC 2016
Gracias, asistentes, amigos, decano, vicedecana, aliados valiosos en esta iniciativa de OCARE. Hace un par de semanas recibí una carta muy amable: Me comunicaban que había ganado un premio a la excelencia profesional. Sinceramente, me ilusionó por unos minutos. Estaba en casa cenando con mis hijos y a medida que iba leyendo aquella carta me iba decepcionando un poco más. Me explico: Para recoger el premio, en un acto al que asistían importantes personalidades, tenía que pagar; primero, el importe de la cena (180 euros, íbamos a comer de rechupete). Después, en el último párrafo, advertían de que si quería diploma impreso, tenía que abonar otros tantos euros. «Debe ser un papel muy caro», comentó mi hijo.
Aunque no pretendo dar valor a estos premios por comparación con ningún otro; el asunto me hizo reflexionar en lo mucho que habíamos trabajado en Medialuna para crear y organizar estos premios, siendo como somos una pyme especializada en comunicación. El porcentaje de tiempo, de recursos y de equipo que hemos dedicado a esta iniciativa ha sido soberanamente grande en. Lo hemos hecho convencidos de que dar es la única manera de prosperar. De que la generosidad siempre compensa.
Son unos premios limpios. Os animo a que nos ayudéis a seguir. OCARE es el primer Observatorio de la Comunicación de la RSC y está abierto a la colaboración de más profesionales y empresas. No pretendemos que sea algo nuestro, sino de todos.
Les cuento otra anécdota, la de la caracola del galardón. Reunidos la mañana de las votaciones los miembros del Consejo de OCARE, preguntamos qué tipo de trofeo o diploma deberíamos entregar a los ganadores:
– “Una caracola de mar”, propuso Antonio Fuertes, director de RSC de Gas Natural.
A todos nos pareció una estupenda idea. Allí nos quedamos los de Medialuna con la gran idea de Antonio. Reconozco que, en algún momento del verano, también me pregunté: ¿Por qué se nos habrá ocurrido hacer esta consulta? ¡Lo que hemos peleado para producir este sencillo detalle! Sobre todo, lo que nos ha costado encontrar al artesano que se atreviera a pegar las dichosas caracolas en una placa…que si de mármol, de madera…El asunto no estaba claro.
– «Es demasiado delicado, preferimos no hacerlo» comentaban la mayor parte de los proveedores consultados por la agencia.
Así que cuando, por fin, esta semana, llegaron a la agencia Medialuna estas caracolas envueltas entre algodones, fuimos a las cajas para ver que todas estaban perfectas. No sabéis la alegría y la tranquilidad que sentimos. Nos abrazamos como si hubiéramos logrado un hito. A veces, un pequeño detalle significa mucho. Así que, por favor, guardadlas con el mismo amor con el que las hemos producido. Sobre todo, escuchad los mensajes que trasmiten estas caracolas de mar, que son los siguientes:
Hemos comprobado con las 69 campañas de comunicación candidatas a premio y analizadas por OCARE que somos un país generoso y muy creativo. Pero, por alguna extraña razón, todavía exponemos poco nuestro valor ¿Acaso tenemos miedo a brillar? ¿Nos hemos dado permiso?
Estos premios son un reconocimiento a vuestra capacidad. Os animo a que sigáis presentando campañas; a que podamos hacer cada año más grande este homenaje. Gracias a todos y enhorabuena. MP