Llevamos seis años pasando más miedo del habitual. El miedo paraliza, nos cambia la expresión y limita o anula nuestra creatividad. Con miedo es imposible avanzar, salvo para ir a la deriva o salir huyendo. De todos los deseos posibles para ti, que estás leyendo este mensaje a punto de estrenar 2015, me quedo con el de “que pierdas el miedo”.
Leo con atención la biografía de importantes atletas, políticos e historiadores; de mujeres extraordinarias como Teresa de Ávila o Cleopatra. Todos ellos coinciden en la casi ausencia del miedo desde su niñez. La mayoría han sido criados bajo la estela de la confianza en sí mismos y en el universo. Avanzan y alcanzan metas increíbles impulsados por una especie de fuerza extraordinaria interior.
El poder de la fe en nosotros mismos es el mayor motor de progreso y el camino de una posible felicidad, en el ámbito familiar y profesional. No cabe duda alguna de que la recuperación económica y social vendrá de la mano de aquellos que hayan conseguido eliminar sus pequeños o grandes miedos.